Una de las principales preocupaciones de este Ayuntamiento es la conservación y mejora del medio ambiente. Para conseguir este objetivo es necesario dar conocer el patrimonio natural de un municipio que posee un enorme potencial en recursos naturales. Pocos son los habitantes de Cabanillas del Campo que conocen y saben de la existencia de una ZEPA en nuestro municipio. Las Estepas cerealistas de la Campiña son un espacio natural, incluido en la Red Natura 2000, como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA). Alcanza una extensión total de 2.496,65 Ha. distribuidas entre los siguientes municipios:

  • 9,71 ha en Alovera
  • 308,64 ha en Cabanillas del Campo
  • 1.108,45 ha en Quer
  • 399,34 ha en Valdeaveruelo
  • 668,70 ha en Villanueva de la Torre.

Esta llanura está ubicada junto a la N-320 en una terraza fluvial del río Henares, ocupada preferentemente por cultivos herbáceos de secano. La zona alberga una densa población de avutardas, que ocupa también terrenos de similares características y aledaños de la vecina Comunidad de Madrid, también designada ZEPA. Para esta especie, cumple el criterio numérico necesario para su designación.

En las zonas de protección se prohíbe o limita la caza de aves, en sus fechas y sus técnicas; se regula la posible comercialización; y los estados están obligados a actuar para conservar las condiciones medioambientales requeridas para el descanso, reproducción y alimentación de las aves. La convención parte del reconocimiento de que las aves del territorio europeo son patrimonio común y han de ser protegidas a través de una gestión homogénea que conserve sus hábitats.

Red Natura 2000

Las Zonas de especial protección para las aves (ZEPA) , son catalogadas por los estados miembros de la Unión Europea como zonas naturales de singular relevancia para la conservación de la avifauna amenazada de extinción, de acuerdo con lo establecido en la directiva comunitaria 79/409/CEE y modificaciones subsiguientes («Directiva de Aves» de la UE).

Natura 2000 es una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Consta de Zonas Especiales de Conservación designadas de acuerdo con la Directiva Hábitat, así como de Zonas de Especial Protección para las Aves establecidas en virtud de la Directiva de Aves. Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.

Esta red de espacios coherentes se fundamenta en la política de conservación de la naturaleza de la Unión Europea según su Directiva de Hábitats (92/43/CEE), que complementa la Directiva de Aves de 1979 (79/43/CEE).

Importancia ornitológica y ambiental

El principal interés de este lugar radica en su avifauna, ya que alberga una densa población de avutardas, que ocupan también terrenos de similares características de la vecina Comunidad de Madrid, designados igualmente como ZEPA. Junto a la avutarda (Otis tarda), son comunes en la zona como sedentarios el sisón (Tetrax tetrax), la ortega (Pterocles orientalis), la calandria (Melanocorypha calandra), la terrera común (Calandrella brachydactyla), la alondra (Alauda arvensis), la cogujada común y montesina (Galerida cristata, G. theklae) y el triguero (Miliaria calandra). En lo que se refiere a especies de rapaces, su presencia está condicionada por las características de estos ambientes: en la época de cría es común el aguilucho cenizo (Circus pygargus), y en invernada el aguilucho pálido (Circus cyaneus) y el esmerejón (Falco columbarius).

Fauna

Se trata de una zona de especial calidad e importancia para la protección de especies de aves, tipo estepario, incluyendo las poblaciones sedentarias de avutarda, (Otis tarda), sisón, (Tetrax tetrax), la ortega, (Pterocles orientalis), la calandria, (Melanocorypha calandra), la terrera común, (Calandrella brachydactyla), la alondra, (Alauda arvensis), la cogujada común (Galerida theklae), el triguero (Miliaria calandra) y el cernícalo primilla (Falco naumanni). En época de cría es común avistar el aguilucho cenizo (Circus pygargus), y en invernada al aguilucho pálido (Circus cyaneus), y el esmerejón (Falco columbarius).

Régimen de protección de las aves de la ZEPA

Avutarda (Otis tarda), incluida en:

Directiva de aves
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA). Aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial
Catálogo Regional de Especies de Castilla La Mancha (CREA CLM) como “Vulnerable”.
Libro Rojo de las Aves de España, como Vulnerable.

 

Calandria común (Melanocorypha calandra), incluida en:
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA) aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial
Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla La Mancha como De Interés Especial

 

Terrera Común (Calandrella brachydactyla), incluida en:
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA) aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial
Catálogo Regional de Especies de Castilla la Mancha como De interés Especial
Libro Rojo de las Aves de España como “Vulnerable”

 

Cogujada Común (Galerida cristata), incluida en:
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA), aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial

 

Triguero (Emberiza calandra), incluida en:
Catálogo Regional de Especies de Castilla La Mancha (CREA CLM) como De Interés Especial

 

Aguilucho Cenizo (Circus pygargus), incluida en:
Directiva de Aves
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA), aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial como “Vulnerable”.
Catálogo Regional de Especies de Castilla La Mancha (CREA CLM), como “Vulnerable”.
Libro Rojo de las Aves de España, como “Vulnerable”.

 

Aguilucho Pálido (Circus cyaneus), incluida en:
Directiva de Aves
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA); aparece en el Listado de Aves Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Catálogo Regional de Especies de Castilla La Mancha (CREA CLM), como “Vulnerable”.

 

Esmerejón (Falco columbarius), incluida en:
Directiva de Aves.
Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA); aparece en el Listado de Aves Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Catalogo Regional de Especies de Castilla La Mancha (CREA CLM), como “De Interés Especial”.

 

Las avutardas

Siglos de agricultura y pastoreo han convertido amplias zonas de España en inmensas llanuras donde impera el cultivo cerealista, creando un hábitat artificial que cobija a muchos animales de hábitos genuinamente esteparios. De entre todos ellos destaca la avutarda.

Las avutardas tienen el cuello y el pico largos y patas poderosas, en las que falta el dedo posterior. El plumaje es entre pardo y grisáceo, con frecuencia moteado o con franjas más oscuras. Tienen un ensanchamiento bajo el paladar, que se extiende por el cuello y que puede inflarlo y utilizarlo como exhibición, durante el cortejo. La hembra pone de uno a cinco huevos, y cuida de los polluelos durante mucho tiempo. Las avutardas son omnívoras.

De gran tamaño, esta gruiforme está ya en el límite de peso por encima del cual tendría que renunciar al vuelo. La avutarda propiamente dicha, es una de las aves voladoras de mayor tamaño, con una envergadura de ala de más de 2,4 m, y un peso de más de 18 kg. Son aves desconfiadas que transitan en grandes bandos que, vistos de lejos, se asemejan más a un rebaño de ovejas que a un grupo de aves que caminan lentamente sobre los campos de cereal.

Cuando los fríos del invierno empiezan a remitir, los machos, ya en el esplendor de su plumaje, se preparan para los ritos nupciales. Agrupados en el algún lugar prominente de la llanura, comienzan una espectacular exhibición ahuecando su plumaje mientras infla de aire un saco que posee en el cuello. Los nidos, construidos en el suelo, no son más que un aplastamiento de la vegetación circundante a modo de encame y donde la avutarda pone generalmente dos huevos.

Las avutardas padecen una importante tasa de mortalidad en sus primeros días de vida motivada fundamentalmente, a la poca cobertura que les ofrece su medio natural. Con la llegada de la mecanización a los campos y la proliferación de los cazadores deportivos, las poblaciones de avutardas han sufrido una galopante regresión que de seguir así le hará desaparecer de sus últimos enclaves.

Ir al contenido