La fiebre del Pokémon Go también llega a Cabanillas, y ya puede verse a jóvenes por las calles cazando las mascotas japonesas

 

La Iglesia o el Ayuntamiento son “paradas pokémon”, y la Casa de la Cultura, un “gimnasio”

 

La fiebre que invade el mundo occidental con el juego para smartphones “Pokémon Go” ya ha llegado a Cabanillas del Campo. De hecho, ya se puede ver con cierta frecuencia a niños, adolescentes y jóvenes jugando por las calles de la localidad, teléfono en mano, a esta aplicación que combina la fantasía con la realidad aumentada, a través de la geolocalización GPS.

 

En Cabanillas, uno de estos fanáticos es “Casca”, de 38 años, vecino del municipio, y un auténtico “friki” (“en el buen sentido de la palabra”, dice) de los videojuegos, el manga y el mundo del cómic. Se descargó la aplicación el pasado sábado, nada más ponerse en marcha el juego en España. Casca ya ha recorrido el municipio, a la caza de los Pokémon, y tiene una buena colección en su aparato celular.

 

El videojuego, que funciona tanto en dispositivos iOS como Android, consiste en que cada usuario recorre el mundo descubriendo distintas especies de estos dibujos animados japoneses, de modo que las calles y plazas aparecen representadas en la aplicación, bien en forma de mapa, bien en tiempo real, a través de las cámaras de los dispositivos móviles. En su recorrido lúdico, “Casca” ha descubierto que “hay” seres con los que combatir en casi cualquier calle de la localidad. “Trabajo en Torija, y ya he comprobado que en el camino por la carretera no aparecen a lo largo de toda la A2, pero en cuanto te internas en el municipio comienzan a salir. Y ya he coincidido con gente jugando, buscando los mismos Pokémon que yo”, explica.

 

 

 

Como curiosidad, hay que señalar que la propia aplicación ha seleccionado algunas ubicaciones emblemáticas del pueblo para crear “zonas especiales”. Así, el Ayuntamiento, en la realidad aumentada Pokémon, es una “parada”, donde los jugadores pueden recoger recompensas, herramientas o utilidades para jugar. Lo mismo ocurre con la plaza de la Iglesia. Y mientras, el entorno de la Casa de la Cultura, por su parte, es un “Gimnasio Pokémon”, un lugar donde los jugadores hacen combatir a las criaturas que van “recolectando”, de modo que si ganan, se quedan allí, esperando rivales.

 

 

Pero los “Pokémon” a cazar no sólo están en la vía pública. También aparecen -sin que usted lo sepa, claro- en cualquier vivienda o establecimiento. Sí, están en su casa o en su local. Y así, Casca caza un ejemplar en un céntrico bar del municipio mientras explica el funcionamiento de la aplicación: “Hay todo tipo de pokémones en Cabanillas, hasta he cogido uno fósil”, dice, mientras comenta que hay unos que aparecen con más frecuencia que otros, y algunos, que son especialmente difíciles de “cazar”.

 

La duda, ahora, es si en las Fiestas que empiezan este miércoles en Cabanillas los jóvenes van a combinar la realidad de cada año, la de las peñas, los feriantes, los conciertos o las charangas, con esa “realidad” que sólo se ve a través de la pantalla. “Esto es como todo, hay que usarlo con cabeza. Igual que es peligroso cruzar la calle leyendo el WhatsApp, hay que jugar cuando se puede”, explica “Casca”, comentando las noticias que han saltado en los últimos días, sobre jugadores que, en su pasión por la aplicación, se han colado en túneles de servicio, o han pasado a dependencias de la Guardia Civil. “Yo sólo espero que a ninguno se le ocurra buscarlos en el recorrido del encierro”, dice finalmente, sonriendo.

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