El grupo de teatro de Cabanillas “Tres Tristres Trigres” estrenó con gran éxito su último montaje en la Casa de la Cultura

Jugaban en casa y sin duda fueron profetas en su tierra. “Tres Tristres Trigres” (no es errata, todas esas erres salpican su nombre), una compañía con 27 años de trayectoria a sus espaldas, y cuyos orígenes están en Cabanillas del Campo, estrenó este sábado 25 de mayo en la Casa de la Cultura el que es su último montaje, “Pséudolo”. Y hubo un lleno casi total en el patio de butacas para asistir a la presentación del que es el primer trabajo de este grupo de teatro aficionado, que dirige Juan Carlos Pérez Arévalo, en los últimos cinco años. O lo que es lo mismo: es el regreso de los “Trigres” desde que estrenaran “Mentiras” poco antes de la pandemia.

“Pséudolo” es una divertidísima comedia clásica de teatro romano escrita por Plauto en el 191 antes de Cristo. En la versión de los “Trigres”, está adaptada al lenguaje actual por Pérez Arévalo, quien además de dirigir la obra, también participa en el reparto. Sobre el escenario aparecen ocho actores y actrices, todos del entorno local: Isra Poudereux, Nerea Gonzalez, Beatriz Ortega, Luis Miguel García, Álvaro Nuño, Angélica Santos, Raúl Cristóbal y el citado “Juanky” Pérez Arévalo, en una representación donde el vestuario es llamativo y de época, y la escenografía y decorados casi brillan por su ausencia. Lo importante en “Pséudolo” es un texto que sigue siendo fresco y desternillante 22 siglos después de su creación, y así lo entiende la compañía en su puesta en escena.

La trama es una auténtica comedia de enredo. Cuenta que el joven Guapidoro (Isra Poudereux) está enamorado de Rosamora (Nerea Gonzalea), una prostituta de Balión (Beatriz Ortega), que éste ha vendido a un poderoso soldado. Guapidoro pide ayuda a su criado, Pséudolo (Luis Miguel García) para intentar rescatarla´, antes de que el soldado (Álvaro Nuño) acuda a recogerla. Para ello, Pséudolo utiliza todo su ingenio, y se sirve de la ayuda de Verbia y Viciosidora (en un doble papel de Angélica Santos) para engatusar a Picodeoro (Raúl Cristóbal) y a Simón (Juanky P. Arévalo), los dos viejos pudientes del lugar.

El estreno cabanillero de la obra resultó un completo éxito, y la compañía recibió una sonora ovación de un público que, además de llenar la Casa de la Cultura, salió encantado de una obra que, además, tuvo carácter solidario, ya que la recaudación de las entradas se destinó a la “Asociación Caminando” de Cabanillas, entidad que ayuda a personas con discapacidad y a sus familias.

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