Enorme éxito de “Ay de mí, Llorona”, el musical basado en la vida de Frida Khalo y Chavela Vargas, que llenó la Casa de la Cultura

Tres extraordinarias cantantes (Amaranta, Laura Granados y Ángeles Guadalajara); una magnífica banda (con piano, acordeón, guitarra, bajista y percusión) y hasta un mariachi. Una cuidada puesta en escena. Decorados originales surgidos de la imaginación del cabanillero Juan Solo. Y como remate, un lleno casi total en el patio de butacas. Todo eso metido en una coctelera, y con el tequila como base imprescindible del combinado, dio como resultado el éxito de “Ay de mí, Llorona” en Cabanillas del Campo.

Se trata de un magnífico espectáculo musical que este sábado trajo a la Casa de la Cultura. y que permitió escuchar en espléndidas versiones algunas de las mejores canciones del folklore tradicional mexicano, y de la música popular de ese país en el siglo XX, salidas del mejor repertorio de la añorada Chavela Vargas.

“Ay de mí, Llorona” es, en suma, un gran espectáculo musical; nacido hace unos meses en la Guadalajara de este lado del charco, y que llegaba a Cabanillas como segunda parada tras su estreno hace unos meses en la capital provincial. La base del show es recrear una “posada”, fiesta tradicional mexicana que se celebra en diciembre, en vísperas de la Navidad. En concreto este espectáculo recuerda una muy especial: la que se vivió en Coyoacán, en el hogar de Frida Khalo y Diego Rivera, y a la que acudió una entonces jovencísima Chavela Vargas. De aquella fiesta nació una amistad que duró años, un amor a tres bandas, y un torrente artístico que pervivió en el cancionero de Chavela, y que en este musical recrean las voces de Granados, Amaranta y Ángeles Guadalajara.

Temas como “Macolina”, “Cucurrucucú paloma”, “Llorona”, “Cielito lindo”, “Luz de luna” y otros muchos clásicos imprescindibles de la música azteca fueron sucediéndose sobre el escenario en la voz de las solistas, al tiempo que se reproducían imágenes de la convivencia de Rivera, Khalo y Vargas, y del amor estas dos últimas. Las introducciones audiovisuales estaban grabadas en de dos periodistas de la provincia como Juan Solo y Marisol Galdón (quien además presentó el espectáculo), e iban dando paso a las diferentes canciones, explicando la historia de amor y de arte de Chavela y Frida en la “Casa Azul” de Coyoacán.

El musical se prolongó durante prácticamente dos intensas horas que supieron a poco, y los artistas fueron saludados por una estruendosa ovación del público cabanillero.

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