La más acústica de las Noches Acústicas, con Germán Salto

La Casa de la Cultura acogió en la tarde-noche del viernes 26 de abril la cuarta cita del ciclo de música ‘indie’ “Las Noches Acústicas de Cabanillas”, una velada en la que el madrileño Germán Salto fue el artista principal, teloneado previamente por la banda alcarreña KOV. Y fue sin duda una noche “especialmente acústica”, ya que ambos conciertos se hicieron sin apenas instrumentos eléctricos, en formato más puramente “unplugged” de esta edición del ciclo.

Germán Salto es un extraordinario músico madrileño (y madridista, lo que recalcó durante una actuación en la que su equipo estaba jugando al mismo tiempo que él cantaba). Además de actuar y de tener tres discos en el mercado (y estar en preparación del cuarto), Salto es piloto comercial de profesión. Y al igual que su oficio, su música es ciertamente de altos vuelos. Delicada, armoniosa, extraordinariamente cantada (dispone de una soberbia voz de tenor). Se presentó en Cabanillas acompañado de un guitarrista de primer nivel como Manu Garaizábal. Ambos pertrechados de guitarra acústica, uno poniendo la base rítmica y la voz, y el otro con la parte melódica y los coros, desgranaron temas de toda la discografía “saltiana”: canciones en inglés, y otras más recientes en castellano.

El sonido de Germán Salto recuerda al mejor country americano. A veces parecen salidos del mismo Nashville-Tennessee. Otras el público se transporta a Simon&Garfunkel, por la magnífica empastación de las voces de ambos artistas. Y otros ratos la cosa suena a Dylan, Clapton o a Harrison. Y todo ello combinado con otros temas que beben en fuentes de la mejor música de autor en español.

Son las de Germán Salto auténticas joyas de composición, piezas que calaron profundo en el público asistente a la Casa de la Cultura. Desde el “There’s a line” con la que abrió el bolo, a la espectacular versión de “Different Drum” con la que lo cerró, aparecieron temas como “Dont’ Try”, “Coming up”, “No”, “Nada que hacer”, e incluso algunos todavía inéditos, que irán al próximo disco, pero que no tenían aún ni título elegido. Cabe reseñar finalmente que, en una de las canciones, subió al escenario a una magnífica cantante, Mamen Martínez, que no desmereció en ningún momento el ritmo country de la tarde, con un timbre que recordó rápido a la gran Emmylou Harris.

Previamente había abierto escenario KOV, banda alcarreña de cinco componentes que lidera el músico de Guadalajara Óscar Muñoz, y que cuenta entre sus miembros con Alberto Sanz y Mano González (guitarras), Jacinto Solanas (bajo y coros) y Mada Enríquez a la percusión. Ofrecieron un puñado de media docena  de temas propios, de estilo puramente pop, con algunos toques de sonido experimental, y esencialmente “baladeros”. Canciones de amor, temas introspectivos, una canción de denuncia sobre Palestina, y una pieza de cierre, “Una nueva esperanza”, muy coreable y bailable, y que gustó mucho al público de la Casa de la Cultura, fueron el eje de su actuación.

Además de los dos conciertos, la velada de esta “Noche Acústica” se completaba con la exposición paralela habitual en la cafetería del centro cultural cabanillero. Exponía “Laboratorio de Artes Mixtas”, una empresa de arte y artesanía de Guadalajara, que es un espacio multidisciplinar de manifestaciones artísticas donde varios creadores desarrollan serigrafías, grabados, fotografías artísticas o fanzines.

La próxima cita con las “Noches Acústicas de Cabanillas” será el viernes 24 de mayo, con Susan Santos como cabeza de cartel.

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