El narrador Carles García Domingo ofreció una extraordinaria sesión de cuentos tradicionales en la Biblioteca León Gil
Los jardines de la Biblioteca León Gil, el que ya se conoce como “Pasaje de la Golfería”, acogían este lunes 3 de julio la segunda cita del ciclo de Cuentos Golfos de este verano 2023, una sesión de narración para público adulto protagonizada por un excepcional contador de historias, Carles García Domingo.
La concejala de Cultura, Rosa María García, fue la encargada de presentar al narrador de la jornada, y dar la bienvenida al numeroso público asistente, que de nuevo ocupó todas las sillas previstas, superando el centenar de espectadores.
García Domingo es un valenciano de nacimiento que tiene orígenes familiares riojanos y aragoneses. Pero lo más significativo de su forma de contar cuentos es que Carles es el último eslabón de una larguísima saga familiar de narradores y narradoras, que se remonta a muchas generaciones. Por eso su repertorio está lleno de historias que escuchó a padres, tíos, tías y abuelos, y que beben de fuentes tradicionales de la comarca de sus ancestros. Y así, aparecen por las historias lugares de Rioja y Aragón, y topónimos como Ezcaray, Cuencabuena, Navarrete, Calahorra o Calamocha, pueblos donde enraízan estas historias llenas de doble sentido, picaresca, y que esconden también una actitud contestataria hacia los poderes establecidos, algo habitual en la tradición oral que el pueblo usaba para burlarse de autoridades, reyes, nobles o clero.
Durante más de hora y cuarto, García Domingo contó cuentos escuchados a su abuela Quiteria, a su abuela Pascuala, a su tío abuelo Hipólito, o a su tío Simón, en una sesión titulada “Gente de moral distraída”, y en la que asoman arrieros, molineras, prestamistas, curas, monjas, novicias, pastores, ganadores y perdedores, y muchos mozos y mozas con historias de amor, desamor, amantes o infidelidades, contadas durante decenas o cientos de años en toda la ribera del Ebro. Y con un denominador común: casi todas cuentan con un hilarante giro final que desata carcajadas en los oyentes.
Tras varios cuentos de la tradición del Ebro, el narrador se despidió con un carrusel de cuentos muy breves de otras latitudes (Venezuela, Maracaibo, Camerún, Libia…) para terminar con una deliciosa historia de su tía abuela, costurera de profesión, sobre la “honra”.