El agua caída durante toda la mañana ha obligado a suspender la procesión del santo de los agricultores, aunque sí que se ha celebrado la solemne Eucaristía en su honor. Tras la Misa, labriegos y vecinos han compartido limonada, dulces y bailes al ritmo de la música de la Banda cabanillera.

Parece que el santo de los labriegos españoles se ha despertado hoy con ganas de atender esa eterna plegaria que tantos le elevan de manera habitual y que reza algo así como ‘San Isidro Labrador, pon la lluvia y quita el sol’. Y es que, la veneración que los agricultores sienten por su patrón se ha visto obligada a compartir protagonismo con la lluvia caída durante toda la mañana, que en Cabanillas del Campo ha obligado a suspender la procesión en honor a San Isidro que cada año recorre algunas de las principales calles del municipio a las doce del mediodía. Sí se ha celebrado la Eucaristía, que ha comenzado con una bendición simbólica de los campos y con ruegos al patrón de los labradores para que proteja sus tierras y contribuya a hacerlas cada día más productivas.


Tras la Misa, agricultores y vecinos han compartido limonada, dulces y bailes al ritmo de la música de la Banda cabanillera. El alcalde del municipio, Jaime Celada, y los concejales Dolores Aragonés, Estela Iturregui, Antonio Ruiz y Julián Rodríguez no han querido faltar a la celebración, que ha concluido con la tradicional comida de hermandad organizada por la Asociación de Agricultores de Cabanillas.

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