Con verdadera devoción viven los habitantes de Cabanillas del Campo los actos que conmemoran la Muerte y Resurrección de Jesús. El ciclo comenzó con el Domingo de Ramos y concluye con el de Pascua. El desfile procesional del Viernes Santo se promete, un año más, multitudinario.
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Gran número de cabanilleros se congregaron ayer en la iglesia de San Pedro para bendecir los ramos e iniciar la Semana más importante para los cristianos, que comienza con el Domingo de Ramos y concluye con el de Pascua. Arrancaba así un ciclo religioso que en Cabanillas se vive con verdadera sobriedad y gran fervor popular, contándose por decenas el número de devotos que participan en los actos litúrgicos y desfiles procesionales organizados para conmemorar la Semana Santa.
Especialmente multitudinaria se promete, un año más, la procesión del Silencio, que el Viernes Santo recorrerá algunas de las principales vías del centro cabanillero a partir de las 21,00 horas, tras el Sermón de la Soledad. En el desfile procesional participan los pasos del Santo Cristo de la Expiración, el Nazareno, el Cristo de Medinaceli y el Sepulcro. Por la mañana se subirá la Cruz de Luces que desde el cerro iluminará el recorrido silencioso de hermanos, penitentes y devotos.
El Sábado Santo será día de recogimiento y oración, con la Vigilia Pascual que se celebra a partir de las nueve de la noche en el templo dedicado a San Pedro. Ya el Domingo de Resurrección habrá Eucaristía y procesión del Santo Encuentro, con itinerarios separados aunque simultáneos de las mujeres –que escoltarán al Corazón de María– y los varones –que procesionarán acompañando al Corazón de Jesús–. Los desfiles se unirán en la plaza de Mª Cristina, donde se celebra la ceremonia del encuentro de Jesús con su Madre. Tras los tres saludos de ‘rigor’ de ambos pasos, la procesión regresa unida a la iglesia.